martes, 22 de mayo de 2007

Historia antigua de Cádiz



Fundada por los fenicios procedentes de la ciudad de Tiro hacia el año 1.100 a.C. es la ciudad más antigua de Occidente. Según la mitología es Hércules quién funda Gadir, nombre que significa "recinto cerrado". La existencia del imperio tartesio durante mucho tiempo discutida, es gracias a historiadores como Gómez-Moreno, Schulten, Ballesteros, García Bellido y Blázquez una certeza histórica. El más antiguo reino de la peninsula nos ha legado ya desde la Edad del Cobre muestras de su cultura como el ídolo oculado de la foto de abajo, de la Edad del Bronce (2500-1000 a.C) se conservan vestigios como los más de 400 objetos de bronce hallados en la ría del Odiel (Huelva) en 1923. Y de la Edad del Hierro quedan verdaderos tesoros como el de El Carambolo (siglo VII-VI a.C.) y numerosos textos. Según Estrabón, los habitantes de Tartessos, los tartesios o turdetanos, fueron los más cultos de los íberos, "poseiendo de tiempo antiquísimo escritos en prosa, poemas y leyes en verso que según ellos tenían 6.000 años de antigüedad", y todavía en tiempos de Poseidonio, 100 años antes de Jesucristo se conservaba aún literatura tartesia. El alfabeto era distinto al ibero y se conserva en monedas de distintas ciudades.


Los tartesios vivían en el valle del Guadalquivir desde la Edad del Bronce y desde allí constituyeron un reino que se extendía por toda Andalucía y Murcia, imponiéndose a otros pueblos vecinos como los bastetanos, los oretanos y los bástulos, siendo la única gran creación política de los íberos. Sus dioses eran las estrellas, respetaban mucho a los ancianos y eran hospitalarios y de gran liberalidad.
Según los escritores antiguos los tartesios eran expertos metalúrgicos.Diodoro cuenta que el país era rico en oro, plata, y especialmente en cobre. Según Poseidonio tenían una agricultura próspera con canales de riego, y el olivo y la vid proporcionaban grandes cosechas. También la ganadería era importante con ganado vacuno, caprino, ovino y porcuno. La sal era también pieza fundamental de la riqueza exportándose los salazones hasta la misma Atenas en el siglo V a.C. y especialmente los moluscos eran también objeto de consumo.
Viajeros atrevidos, los redondos barcos tartesios llegaron a las islas Británicas llevando calderos de bronce y escudos y después a la Armórica (noroeste de Francia) obteniendo estaño y plomo a cambio.
Por la Biblia sabemos que los hebreos comerciaban hacia el año 1000 a.C. con Tarschish, aunque algunos historiadores dudan si este nombre era exclusivamente aplicado a Tartessos, nombre que le pondrían los comerciantes griegos. Lo cierto es que los fenicios, atraídos por la enorme riqueza minera de este antiguo imperio andaluz, fundan la ciudad de Gádir hoy Cádiz hacia el año 1100 a.C., y poco después otras ciudades como Malaca (Málaga), Sexi (Almuñécar), Abdera (Adra), Carteia (Algeciras), y Ebyssos (Ibiza), y tras el comercio inicial se imponen militarmente a los tartesios en las zonas costeras que dominan, influyendo notablemente en la cultura tartesia, a la caida de Tiro (Fenicia) en manos asirias en el 700 a.C., los tartesos recobran su total independencia apareciendo entonces la influencia griega, ya que según numerosas expediciones focenses llegan a nuestra tierra fundando las ciudades de Hemeroscopión (Denia), Mainake (al este de Málaga), y otras más por el mediterraneo peninsular ibérico. La influencia griega también será muy importante destacando en las esculturas, los utensilios diarios e incluso se ha encontrado un casco corintio cerca de Jerez (foto de la derecha).
En esta época gobernaba Tartessos el rey Argantonio (el hombre de plata) que según los cronistas griegos gobernó muchos años y regaló a los focesnses 1.500 kilos de plata para ayudarles a defender su ciudad de los persas (siglo VI a.C.), la mayor properidad del reino fue desde el 700 hasta el 500 a.C., hasta que los feroces cartagineses los invaden destruyendo su capital con el empleo por primera vez del ariete hacia el año 535, y difuminándose el nombre y la cultura tartesia con el dominio cartaginés, y la posterior romanización que encontró en estas tierras una gran asimilación de su cultura fruto sin duda de la cercanía de la cultura tartesia, que tuvo un gran nivel.
La capital del reino de Tartessos, de igual nombre, ha sido buscada en de este siglo insistentemente, el alemán Schulten, deseoso de emular a su compatriota Schliemann que descubrió Troya, resucitó el mito de Tartessos y la buscó infructuosamente en la desembocadura del Guadalquivir donde parece por varios documentos antiguos que se situó, otros historiadores romanos y griegos apuntaban la existencia de Tartessos en la bahía de Algeciras, y por la riqueza de los yacimientos encontrados tampoco es descabellado buscarla en las rías del Tinto y el Odiel en Huelva, sin embargo otras hipótesis la situaban junto al río Guadalete en Cádiz, y en Carmona (Sevilla).
Estuviese donde estuviese, lo realmente importante es que Tartessos ha dejado de ser un cuento mitológico o un tema a debatir por estudiosos, para llegar a ser reconocido por los actuales andaluces como un esplendoroso pasado que empieza a ser estudiado en las escuelas.
En el siglo V a.C. los cartagineses convierten Gades en el centro de poder de sus acciones en la Península. Se establecen en Gades los caudillos cartagineses Amilcar Barca, Asdrúbal y Aníbal durante las Guerras Púnicas. En el año 206 a.C. se firma el tratado con Roma por el que Gades se convierte en aliada federada. En el año 46 a.C. Roma concede a Cádiz el título de "Augusta Urbs Julia Gaditanae" otorgando a los gaditanos la ciudadanía romana.
En el siglo V Gades cae en poder de los Godos y comienza una etapa de decadencia debido al poco interés de esta cultura por el mar. En el año 711 comienza la dominación musulmana, tras la derrota del rey Godo Don Rodrigo en la batalla de Guadalete. Fue conquistada por Alfonso X el Sabio en 1262, quien levantó una catedral sobre la antigua Mezquita árabe. En 1265 Cádiz recibe el título de ciudad.
En el año 1493, tras la muerte del Gran Marqués de Cádiz D. Rodrigo Ponce de León, Cádiz se incorpora a la Corona de Castilla. Los Reyes Católicos otorgan a la ciudad el monopolio del comercio con Africa. Cádiz fue el lugar de partida de Cristóbal Colón en su segundo y cuarto viaje hacia el descubrimiento de América y puerto de regreso del tercero de estos viajes en el que partió de Sanlúcar de Barrameda.
En el año 1509 la Reina Juana de Castilla otorga a Cádiz el "Privilegio de las Tablas y el Tercio de Galeones" por el cual los galeones que van destino a América podían abastecerse en una tercera parte en su puerto sin tener que pasar por Sevilla.
En 1587 el corsario Francis Drake hunde la flota española fondeada en el puerto de Cádiz esperando zarpar hacia las Indias. Más tarde, en 1596, el conde Essex asalta la ciudad al mando de una flota anglo-holandesa destruyéndola en más de un tercio. Tan grave es el saqueo que el rey Felipe II se plantea la posibilidad de abandonar la ciudad y trasladar sus habitantes a zonas del interior. Sin embargo, en vez de eso, decide amurallarla y así un siglo más tarde, en 1717, llega el gran desarrollo económico y de población: Felipe V traslada la Casa de Contratación de Indias de Sevilla a Cádiz. Esto convierte la ciudad en unos de los principales centros comerciales de Europa, creando un ambiente liberal y cosmopolita.

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